La vuelta al pop

Cómo gusta terminar las vacaciones antes que el resto, para observar la transformación de la ciudad, que vive uno de sus episodios más psicotrópicos del año. Reanimación de sus tiempos y rutinas, tras la pesadumbre y la invasión de lo guiri. Recargamos batería.

Voy a elegir mis tres momentos impecables del verano 2013.

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Una de las salas del V&A, con Bowie en XL size.

1. Visita a la exposición de David Bowie en el Victoria & Albert Museum, tras conseguir entradas del último día de exhibición. La cola interminable valió la pena. No tanto por el fetichismo de ver los trajes de todas sus giras, las sesiones de fotos promocionales de los singles y disfrutar de esa inyección de pura personalidad estética. Sino más bien por ver que se pueden tratar todos esos contenidos arquetípicos, encapsulados en audiovisuales y dirigidos por una audioguía musical, para lograr un producto museístico perfecto. Un museo donde lo importante es la antología y vida de un artista, del Artista. Me gustó tanto que no me resistí: compré el catálogo para revisitar todo con detenimiento.

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Borja, la única ermita de España con colas de espera.

2. La excursión a Borja y encuentro fortuito con Cecilia. Un año después del acontecimiento pop más importante de la década, hicimos una visita al Santuario de la Misericordia, en Borja (Zaragoza) para ver en primera persona la obra pictórica más universal del año 2012. Es la parodia absoluta de lo trascendente y lo espiritual, el expresionismo humanista más histriónico, hablo del Ecce Homo de Cecilia Giménez. Al contemplarlo sentí la misma sensación que cuando vi por primera vez la Mona Lisa, en el Louvre de París. Sabía que por allí delante pasarán interminables ríos de personas hasta el fin de la humanidad, y que esa obra tan frágil tiene mucho valor y mucho poder gracias a la oportunidad que siempre ofrece la fama. Y fama le sobra.

A la salida, coincidimos con Cecilia, que llegaba para la clausura de la exposición de sus pinturas que ha permanecido durante todo el agosto en Borja, y donde ha tenido la oportunidad de mostrar cómo habría sido un Ecce Homo acabado, su ingenua intención desde el primer momento. Las dos obras ahora convivirán cerca. Todo lo que hay que saber acerca de la relevancia de esta explosión pop internacional lo resumió perfectamente ayer el Huffington Post en un artículo del experto Luis Aguirre, que ofrece un tratamiento memorable tanto a la obra como a la artista.

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Altea, ese paraíso artificial.

3. Un día en La Marina. Qué pesadito soy con lo que me gustan los pueblos marineros alicantinos. Pero Jávea, Moraira, Denia, Calpe y Altea son cinco visitas ineludibles de cada verano, desde que tengo memoria. Mi playa favorita del mundo, en Calpe, con tantas medusas, esta vez me volvió a dejar huella en la piel. Es mi tatuaje de cada verano. Pero qué buen recuerdo, qué bien se bebe la cerveza por allí y qué entrañable es estar en pueblos invadidos por gente ajena a todo lo mediterráneo, es como estar en Madrid o en Londres, pero con un skyline minimalista de aúpa.

Y mi resumen podría ser bien diferente si me atengo a momentos musicales, porque el verano de 2013 también lo puedo resumir con tres canciones.

1. Lady Gaga – Applause. Es curioso, porque no me gusta especialmente, pero se me ha filtrado hasta lo más recóndito de la mente en blanco. Y la repito a todas horas. Dicen que suele pasar con las peores composiciones. Pero el Applause de la Gaga bien es un aplauso a su regreso, a volvernos a impactar como icoño pop comparable a Madonna en los 80. Esta misma semana ha dejado patente, con su actuación en los MTV VMA Awards, que está más loca que nunca, que su circo sigue vivo. Me encanta.

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La diva del pop del s.XXI, Lady Gaga.

2. Goldfrapp – Drew. Me grabé con ansia el nuevo cedé nada más filtrarse, porque soy fan de esta chica desde su primera aparición en los medios indies y mi primer contacto con ellos. Desde su ‘Blackcherryh’ hasta lo nuevo, ‘Tales of Us’ va un trecho, que deriva desde lo electropop hacia el baladismo de composición clásica. Lo he llevado en el coche todas las vacaciones y me ha encantado, de principio a fin. En mi insistencia por los golpes de bajo con reminiscencias bakalas, me quedo con el tema Drew. Pero los demás son una joyita.

3. MGMT – Your life is a lie. Desde la primera escucha pensé que sería la canción del verano. Los chicos newyorkinos que más han sonado en los festivales de todo el mundo con sus Kids, volvieron con algo reformista, mucho más introspectivo, más de rock garajero, más serio en algún sentido de la expresión. Me parece sensato todo aquello que habla de cosas marcianas, de desconexiones que no entiendo. Juro que no es algo pretendido, ni esnobismo; es que la canción me encanta.