No quería hacer un resumen del año, pero no queda más remedio. El planeta ya no tiene salvación. La persona viva más inteligente del planeta, Stephen Hawking, lo acaba de corroborar. Dice que nos vayamos preparando porque más pronto que tarde el ser humano deberá buscar un nuevo espacio para sobrevivir de cometas que colapsarán contra La Tierra. Y todavía no hemos inventado la tecnología que pueda pararlos. Lo de Armaggedon era solo una película, en la realidad, ese asteroide no se podrá parar ni destruir. En teclado emoji ya podemos decirlo. 🌎 ☄️ La actualización del teclado emoji como testimonio antropológico.
2016 ha sido el año del definitivo fracaso de la democracia. Tras quedar más que demostrado que la mayoría no tiene buen gusto (a los éxitos musicales me remito: Juan Magán, Ricky Martin, David Bisbal, Melendi), ahora podemos afirmar que la mayoría no lleva la razón. El Brexit, Donald Trump, el fiasco del referéndum colombiano, o la incapacidad de Europa para acoger refugiados sirios, son solo pruebas del naufragio de esta sociedad que se vanagloria de avanzada y se burla del hombre del cromañón al tiempo que maltrata animales sin compasión.
Dice la nueva profecía científica que en el mejor de los casos, esperaremos 1.000 años a una inundación global producida por los efectos del cambio climático. Todo lo que hayamos dejado escrito, pintado, filmado, esculpido, construido y demolido de forma artificiosa, atentando contra lo natural, desaparecerá bajo una tormenta perfecta que inundará todo salvo apenas unas cumbres montañosas sin oxígeno, inhabitables, sin agua dulce, sin Wi-Fi.
Será un final casi fallero para la vida. 🔥 El vez de fuego, agua. Ahora que la fiesta de las Fallas consigue ser patrimonio inmaterial de la humanidad, y con ello algunos creen que consigue ser trascendente, va y desaparecería la propia humanidad. Paradojas de la vida. Quizá el plancton, algunos insectos como las cucarachas, las pulgas, las ratas, los cocodrilos puedan disfrutar de nuestro legado. Los últimos serán los primeros, y viceversa.
Hablando de nueva vida submarina; antes de que se acabe todo debéis disfrutar con una película: The Shallows, traducida al castellano muy acertadamente como Infierno Azul. Una obra de Jaume Collet-Serra, que está despuntando en el género del terror. Una cinta con una única protagonista, encarnada en Blake Lively, que vive una pesadilla en su playa favorita al sufrir el ataque traumático de un tiburón despiadado. Todo lo que le rodea es pura anécdota, la película es ella y su terrible relación con el escualo, así como con una gaviota herida que casi adopta un papel simbólico. Óscar Jaenada hace un cameo tragicómico. Todo encaja perfectamente, casi parece un anuncio de perfumes, de impecable fotografía. Sin ser extraordinaria, ha sido una película perfecta para culminar este 2016, una historia épica y llena de posverdad.
Mientras algunos disfrutamos de la vida, otros se preocupan por la trascendencia que tenga su vida. Y es que este 2016 también ha sido el apogeo del aparentar frente al ser. Los afectados de autoestima buscando relevancia social en Instagram, una red social que, como pronosticaron los gurús, agoniza de mainstream. La obsesión por ganar likes y followers se podría diagnosticar como enfermedad de aquí a nada y Black Mirror se confirma como serie documental más que ficción en esta era tan líquida.
2016 nos deja muchos sin sabores. Pero muchas alegrías; estas irán a la próxima edición de mis listas de lo mejor del año. Aunque falten 15 días. Porque me gusta vivir con 15 días De adelanto y adivinar lo que va a pasar. Como han logrado David Bowie y Leonard Cohen con sus respectivos discos póstumos, espero poder escribirme mi propio epitafio. Es algo que me convertiría definitivamente en el robot que quiero ser. 🤖
Alternand 