blog nuEn este blog siempre habréis leído varias veces referirme al futuro como algo maravilloso. Descubrimos la crudeza del pasado, sin nostalgia. Imaginamos un tiempo del mañana, ajeno a nuestra existencia, donde muchos de los problemas que hoy nos afectan ya estarán resueltos. Esa ilusión existió hasta durante la crisis económica. Ahora estamos inmunizados a la crueldad, sabemos que la vida no era tan importante, pero además tenemos miedo real al futuro.
1▄ Donald Trump. Le quería dedicar un Personas Arte, pero no se lo merece. Es un personaje tan contundente en su apariencia como repugnante en sus ideales. Su silueta es terrorífica, tanto como la de Jack el Destripador o Leatherface en La Matanza de Texas. Pero sin capa ni motosierra; solo marca un volumen capilar indomable, un flequillo diabólico que adopta formas en la noche y se separa del cuerpo, convirtiéndose en un loco con deficiencia intelectual. Su máxima, después de haber sido organizador del certamen Miss Universo, es optar a ser presidente de los Estados Unidos, y por tanto, el hombre con más poder del universo. Está a un paso de serlo si consigue que su mensaje machista cale sobre los posibles votantes de Hillary Clinton; y entonces el mundo dejaría de ser como lo conocemos, el odio entre razas y religiones ascendería a niveles de una catástrofe universal.
2▄ Breixit. Un ejemplo de que los británicos ya están donaldtrumpizándose. El Brexit ha provocado una escisión social de envergadura en el Reino Unido. Tanto, que ahora es el Reino Desunido. Irlanda y Escocia quieren volver a Europa y pretenden desprenderse de su siamesa Inglaterra. Los votantes más jóvenes quieren seguir unidos, pero los ancianos les han hipotecado el futuro deshaciendo lazos de unión del sueño europeísta. Algunos presuntos practicantes de balconing en Mallorca votaron No de broma y ahora se arrepienten. Piden en las redes sociales una reválida. La definitiva.

3▄ Leticia Sabater. Vivimos el boom del subnopop, un nuevo código de humor para público especializado y avanzado, como dicen Las Bistecs. Ese código lo entendemos. La Hora Chanante estaba destinada a gente inteligente que para pasarlo bien se hacía la tonta. Pero hasta ahora no había un código de gente tonta para gente tonta. Pues bien, Leticia Sabater, tras el éxito noventero del Leti-Rap y varios disgustos más, nos presenta este verano La Salchipapa. No es poesía, no es ruido, tampoco es música; es otra cosa. Lo peor es que tiene seguidores y está reclutando incluso a gente con buen gusto. Ha podido hasta con el imperio gay. Yo ya no sé. Me quedo con el subnopop, que me hace más feliz. Y Leticia Sabater siempre me seguirá pareciendo, como dicen los Ojete Calor, una Tonta Gilipó.
4▄ Día del Orgullo Heterosexual. Aunque este año haya sido tendencia mundial en Twitter, no es broma nueva. Hace años, en casa de una conocida, una maestra pepera que, cosas de la reinserción postelectoral, ahora defiende a los gobiernos del cambio, había un cartel en tono satírico que defendía el Día del Orgullo Heterosexual. Como si fuera un día festivo, como si lo hubiera inventado El Corte Inglés para hacernos regalos. Dicen que si hay día del orgullo gay y lésbico, que ellos también están orgullosos de ser lo que son. Idiotas, es lo que son. La masacre de Orlando todavía está demasiado reciente. Que reflexionen sobre cuántos países del mundo, cuántos dogmáticos y cuántos insolentes cuestionan, penalizan y atentan contra los heterosexuales por el hecho de serlo, y luego hablamos.

5▄ El emperador Pablo Iglesias. Venía desde un despacho de Ciencias Políticas a convertir España en un laboratorio donde hacer de ideología minoritaria un fenómeno de masas. Iba acompañado por varios amigos que ansiaban calar en el laggard como un niño tras una piruleta. Lo consiguieron. El líder de la gesta y de la secta, Pablo Iglesias. El target, cualquier votante descontento y desmotivado con su futuro (en una economía en crisis, practicamente todos). Y con ese único elemento modulador, el pez grande se comió a los pequeños, se disfrazó de salmonete, pasó del comunismo a la socialdemocracia, invadió terreno de juego de todos los partidos políticos y alcanzó el momento Hacendado: ser la marca blanca que a todos gusta. —Y los lácteos están buenos.—Pues no hablemos del hummus.—Ay, el hummus. En fin, que ante una sociedad idiotizada, el pensamiento único es más fácil de alcanzar. Lo supo hacer el Partido Popular, pero la fórmula de la Coca-cola ahora puede servir para cambiar el mundo. La democracia real es dejar votar a quien no sabe lo que vota. Y ahí hilo muy bien si recuerdo el Brexit, a Donald Trump, y a Leticia Sabater. Bueno, a ella no, que todavía no se ha presentado a Eurovisión.