Las alegres erres rubias

No es el principio de un trabalenguas. Y no quiero lanzar una campaña de concienciación ecológica sobre reciclaje y reutilización para tontas. Ahora hablo de música. De la música de estas semanas estivales, dominada por ritmos pro-verbena, bailabilidad y tendencia a la descongestión de ideas. Empiezo por tres erres porque están dominando mi playlist, pero seguiré con otras letras que vienen a cuento.

Röyksopp con Robyn. Erres al cuadrado. El rubio Torbjørn Brundtland se alió con un moreno nórdico e hicieron un Sonia y Selena en plan electrónico, bien de midis y bombos metálicos que a ratos rozan lo navideño. Noruega, siglo XXI y sinfonía. Marcaron la música de las discotecas de todo el mundo con dos hits indiscutibles hace unos años: «Only this Moment» (2005) y «The Girl and the Robot», Junior (2009). A partir de ahí les dio por entrometerse en las baladas de Senior, no tuvieron buena aceptación. En 2014 vuelven con un EP que se titula Do it again, como una proposición de intenciones. Contiene canciones tan bonitas como «Do it again» y «Every little thing».

La Roux. Otra rubia nórdica, de Suecia. Impactó con una frescura pop en los albores del hipsterismo. Y llegó a ser telonera de Madonna en su gira española; un coqueteo con las masas y ya es toda una estrella. Fue muy innovadora cuando optó destrozar un álbum y presentarlo en Body Talk Pt. 1 y Body Talk Pt. 2, los dos un auténtico éxito. Y luego los volvió a ajuntar en Body Talk. Guay. Después de letras con tirón reggae y soul como «Tigerlily» o pistas más disco como «I’m not your toy» vienen éxitos seguros para este incipiente verano:»Uptight Downtown» o «Let Me Down Gently». Prohibido añadir más beats por minuto.

Róisín Murphy. Ella es una de esas artistas globales, auténtica y directa sobre los escenarios. Dentro de unas décadas será la nueva Cher o la nueva Deborah Harry. Tiene su pasado, lejano, en Moloko. Pero le queda mucho más futuro desde que es solista e interpreta temas de house, techno y pop con carácter. Para mí un artista demuestra que lo es cuando pisa el escenario; y Róisín es una locura. Toda cámara y micrófono tiemblan a su lado. Ahora presenta un EP bastante irregular: Mi Senti, que tiene una portada estilo Anish Kapoor muy bonita.

Blondie. La reina del pop rubio no podía faltar. Deborah Harry nunca ha dejado la vanguardia pop en cuatro décadas. Pocos artistas no rockeros pueden aguantar tanto. Han aprovechado que la discográfica quería remasterizar un previsible Greatest Hits para marcarse un álbum de caprichos compartidos: Ghosts of Download. Comparte estudio con Systema Solar o Beth Ditto y añade una lista de temas de dudosa coherencia con su trayectoria. Pero quien no comete locuras de vez en cuando puede acabar muy loco

Creatividades que dan vida a lo nuevo de Róisín.
Creatividades que dan vida a lo nuevo de Róisín.

Hercules and Love Affair. Parecía que el declive de la banda comenzó el día que su «Blind» llegó a popularizarse en los spot de televisión como si se tratara de un Moby cualquiera. Pero todo lo que baja tiene opciones de subir trabajándoselo y con buenas ideas. Y ahora presentan el disco The Feast of the Broken Heart que incluye varios temas en los que colabora el exquisito John Grant. No puedo parar. Qué bonito video, qué portada más veraniega, de la época de los max-mix, y cómo suena a verano.

Lana del Rey. Qué decir de ella, se ha convertido en un fenómeno viral. Un rigor vocal indiscutible añade un instrumento a canciones que ya son clásicos del pop del siglo XXI. Hace unos meses ya nos alumbró con el «Once upon a time», el tema que musicaliza a Maléfica, luego vinieron dos singles tremendos, y ahora un disco de los que demuestran que el album como formato todavía puede tener futuro, sentido y coherencia. Viva Ultraviolence y bienvenido verano infernal.

Lana del Rey ocupa kilómetros de lona publicitaria.
Lana del Rey ocupa kilómetros de lona publicitaria.