Si tuviera que elegir un oficio del mundo de las artes escénicas, sería el diseño y producción de escenografías. Parece lo más superficial de un concierto de música rock, no tanto así el pop. Aunque para muchos grupos de fama internacional la decoración del escenario es prescindible. En teatro siempre ha tenido muchísima importancia. Y en musicales y óperas lo son prácticamente todo. Es un concepto muy valorado por las personas que adoramos la estética.
Vamos a cambiar de escenografía. Si la única película que no me gusta de Lars Von Trier es Dogville será por algo; la cámara negra me espanta. Quiero montar y desmontar antes de que ocurran acciones, antes de que exista la música. La sorpresa de lo que se surge entre las bambalinas me hipnotiza y casi me excita. El detalle de lo que ocurre en silencio vale más que lo que retumba al final.
Mi grupo favorito desde hace muchos años (y cada vez el de más gente que se sube al carro mientras antes los criticaban a morir, ejem) es Fangoria, ya lo sabéis de sobra. Y hay giras —tournés, como les gusta llamar— que recuerdo más que otras; de algunas me sé el setlist de memoria, desde que acostumbro a pasármelos a spotify. Pero de lo que nunca me olvido es de la escenografía y los juegos de luces, siempre cambiantes, espectaculares y que acompañan con coherencia suprema sus repertorios musicales. Sin escenografía no salgáis nunca al escenario, por favor.
Por eso, aprovechando una plataforma de creación mucho más prehistórica que el vídeo, que son los gif, me atrevo con una recopilación de la historia de Fangoria sobre los escenarios retrocediendo en mi memoria.
Fangoria no es un color, 2013
Noche de variedades, 2012
Operación vodevil, 2011
Entre lo eléctrico y lo electrónico en Joy Eslava, 2010
Absolutamente, 2009
El extraño viaje revisitado / Entre Puntacana y Montecarlo, 2007
El extraño viaje, 2006
Arquitectura efímera, 2004 (Proyecto no realizado)