Viva el mal, viva el capital

Desde la abundancia de la crisis a esta parte, las familias, sobre todo los antiguos ‘nuevos ricos’ (hoy ‘nuevas clases medias-bajas’) han ganado habilidades en triquiñuela arraigada de aparentar que tenemos más de lo que nos podemos permitir. Sí, querer es poder, pero ni podemos ni debemos. Esto explica el auge de todo tipo de webs para comprar lujo en outlet. Ya hay gente que trabaja en un despacho buscando chollos todo el rato para revenderlos y vivir de las sisas. Quien no haya comprado un artículo de lujo en un Ebay, un Dreivip o un Gilt, que levante la mano.

La fiebre por mendigar el precio de las cosas ha superado todas las cotas habituales, y la industria de la falsificación es una salida profesional con futuro. Ya no solo se falsifican camisas de marca, ni obras de arte, o mobiliario de diseño. Ahora también se falsifican coches. Las técnicas falleras de los valencianos y nuestro carácter tramposo, demostrado día a día en política, nos ha convertido en líderes de falsificación de Ferrari y Aston Martin partiendo de un pobre Ford Focus.

cochescolsor

Lo decía la bruja Avería; «viva el mal, viva el capital». Que jodida la tía. Hace tres décadas, Avería ya nos hablaba en clave de la obsolescencia programada. Y nos venía a decir que el capital, la obsesión por ganar dinero, la ambición por acumular y la codicia iban a ser las claves para que el mundo entrase en una recesión económica que menoscaba valores humanos de todo tipo. Se está viendo y viviendo así en cada país.

¡Por Gimnoto y por Farad
los telediarios informarán de verdad!
Sólo darán las noticias deportivas,
la meteorología y el índice de la bolsa del día.
¡Viva la plusvalía! ¡Viva la economía!

electroduendes

Los nuevos valores, son los que refleja el universo Shore. La entrega televisada de los Shore Awards refleja esas nuevas inquietudes de la civilización desarrollada: subsistir en una cápsula de desentendimiento y absurdo, vivir para el cuerpo, el sexo y el consumo. Y aunque parezca una crítica, desde aquí quiero romper una lanza de admiración hacia toda la gente que lo consigue. Aquellos que viven una vida dadá, como Tamara Falcó, merecen todo el respeto de la humanidad, porque son obras de arte vivientes.

Campamento de Verano refleja ese clima dadá. El reality show peor producido de la historia de la televisión española sigue desmontando la curiosidad de los telespectadores con personajes de aquí y de allá que no aportan nada. Las grabaciones no pueden ser menos dinámicas, el montaje está obsoleto, el directo desde los platós resulta anodino, una versión ligera y pasteurizada de Sálvame. Los concursantes abandonan, o quieren abandonar. Por aburrimiento. Menos mal que algunas tardes Sálvame sigue refrescando el verano con carnaza mediática.

Estos días no puede estar más divertido, con el levantamiento del veto judicial a difundir los mails privados de su alteza Iñaki Urdangarín. El todavía marido de la infanta, ha salido a la palestra al desvelarnos infidelidades conyugales con una amante rusa. Pero evidentemente eso no es noticia, infidelidades comete toda España. Lo novedoso es el estilo literario con el que se dirigía a su amante: «demoniete, de follar no te libras», «te veo el jueves o mejor te follo», y una serie de atropellos muy reales.

demoniete

El caso es que el amor, muchas veces, también es cosa del capital. Y parece que todo este asunto de los mails ha escamado lo suficiente a la infanta doña Cristina para que pida, tras las primeras horas de presión, un traslado a Suiza a sus jefes de La Caixa. Y con ello, probablemente, anuncie en unos meses ese cese temporal de la convivencia que tanto gusta al gabinete de prensa de la Casa Real.