Me atrevo con la primera criba de discos perfectos de estos seis primeros meses del año. Algunos son las nuevas creaciones de mis grupos favoritos y otros pertenecen a artistas que acabo de conocer. Como siempre, para ser discos perfectos, tienen que haber presentado un arte adecuado y destacado. Estos son mis primeros discos imprescindibles de 2017.
Home Counties – Saint Etienne
Los londinenses han sacado uno de los álbumes más sorprendentes de su trayectoria, sin perder el hilo conductor. Cinco años después del hit ‘Tonight’, y de uno de sus mejores discos, ‘Words and Music’ nos presentan 19 nuevas canciones que no pierden un ápice de estilo e introducen muchas novedades en su trayectoria. 25 años después del debut con ‘Foxbase Alpha’, Bob, Pete y Sarah siguen inventando cosas en la música; consiguiendo canciones y ritmos muy eclécticos. Ahora suenan a Pink Floyd. ‘Heather’, ‘Dive’, ‘Magpie Eyes’, ‘Something New’ y ‘Out of my Mind’ son mis canciones favoritas de este disco. En mayo visitaron Barcelona con motivo del PS17 y tocaron este setlist, una verbena de éxitos del pop internacional más auténtico y particular. Quien no conozca Saint Etienne se está perdiendo una buena banda sonora de vida.
Season High – Little Dragon
La banda electrónica de Yukimi Nagano ha vuelto a hacerlo: un disco que lo mismo sirve para estar de cócteles que para bailar en una pista. Es de un synth-pop subido de rpms, muy variado, donde predomina la percusión y el uso de los nuevos bombos y arreglos para dar barroquismo de sintetizador a canciones brillantes. Una de mis canciones favoritas de lo que llevamos de año ha sido ‘The Pop Life’, que ahora viene arropada con otras como ‘Sweet’, ‘High’ o ‘Celebrate’, todas ellas con coros a modo de hooks. El disco no supera a algunos de sus predecesores, como ‘Ritual Union’, que hasta ahora es mi favorito de esta banda sueca. Pero se han confirmado como los Ladytron de esta nueva era digital, y habría que tenerlos siempre en cuenta. Además, mantienen una puesta de escena y una línia estética absolutamente moderna, como debe ser.
The Far Field – Future Islands
Samuel T. Herring es un absoluto showman. En sus puestas en escena, Future Islands podrían ser una banda aburrida, de las que se mira las zapatillas al tocar. Tres hombres de Baltimore (cómo me gustan los grupos de tres miembros) resultan bastante discretos y serios. Pero la voz de Samuel lo cambia todo cuando en los estribillos se viene a arriba y empieza a mover todos los músculos del cuerpo con espasmos y bailes difíciles de reproducir. En ‘The Far Field’ se consolidan como grupo fuerte; con solo diez años de historia y cinco álbumes han conseguido ser aplaudidos en festivales de todo el planeta. En una pista, ‘Shadows’, Samuel se atreve a hacer un dueto con la rubia más famosa del pop, Debbie Harry. En otras, como ‘Ran’, ‘Cave’ o ‘Day Glow Fire’ suenan himnos perfectos gracias a buenas mezclas, como nuevos básicos musicales que no desentonarían dentro de ‘Singles’ (2014), el trabajo que les catapultó a la fama.
Off the Radar – Noga Erez
Si a Björk la hubiéramos descubierto unas décadas antes, haciendo una transición desde la fórmula pop hacia la experimentación, seguramente habría hecho un disco como ‘Off the Radar’, se apodaría Noga Erez, y haría algún dueto con M.I.A o Miley Cyrus, y con producción de alguna electrónica francesa, tipo The Blaze. Noga ha sacado su primer disco, pero lleva haciendo música prácticamente toda su vida. Nació un año antes de la Guerra del Golfo, y estudió piano en la academia de música de Jerusalén. Su música sea capaz de crear una atmósfera propia, con algunos juegos de ritmos muy peculiares. Y por si fuera poco, las letras son muy políticas, con denuncia social sobre la situación de la mujer o los derechos humanos.
¡Viva! – Los Punsetes
«Viva el presidente, viva el gobierno; gracias a vosotros van a ser eternos». En una estrofa rápida Los Punsetes son capaces de hacer crítica social contemporánea desde un segmento minoritario, hipster, moderno, desde el verdadero indie, si es que existe. Se permiten hablar de cosas frívolas, ironizar, y al mismo tiempo dar en el clavo en los problemas: tocan hueso desde la música. Creo que son uno de los grupos más importantes del pop en español, y todavía no suficientemente valorados. Con ‘¡Viva!’, este último disco, parece que redondean un poco más una trayectoria de trabajos que solo pueden haber conseguido ellos. Ariadna, siempre hierática sobre los escenarios, como una princesa del mal gusto, de lo estrafalario, cuenta con un timbre vocal que ya es la esencia de la banda. ‘Alphaville’, ‘Tu puto grupo’, ‘Mabuse’, ‘Camino’ y la que da nombre al disco, ‘¡Viva!, son canciones imprescindibles.
Hot Thoughts – Spoon
Dentro de la corriente del rock independiente, Spoon es una banda irregular, nacidas en los 90’s, sumergida y revolcada en una masa indiferenciable, salvo con sus últimos dos álbumes, ‘The Want my Soul’ y este ‘Hot Throughts’, que son muy brillantes. Una mezcla de estilos entre el punk y el pop, con rock en diferido, muy de estudio y poco margen de improvisación. Son los nuevos Pixies, los que reivindican que el rock y el pop pueden ser lo mismo. Los tres primeros temas del álbum son impecables, sobre todo ‘Do I Have to Talk You Into It’, pero el resto no se quedan cortos. La carátula es una acuarela psicodélica de Christine Messersmith, a modo de calavera colorista, lo que toca.
Lorde – Melodrama
Esta a
rtista neozolandesa ya reventó todos los rankings en 2013, con la parición de su ‘Pure Heroine’. No sé si fue mi disco del año, pero probablemente fue uno de los que más veces escuché yendo en coche, intentando evacuar la mente de pensamientos. Con ‘Melodrama’ ha reivindicado el trabajo anterior y se postula con estilo propio dentro de ese pop electrónico en el que a veces cabe el chill, y a veces cabe el dance. Su sintetizador es magnético, y bien combinado con sus bombos hace un efecto casi hipnótico. Si escuchas temas como ‘Homemade dynamite’ o ‘Liability’ no podrás conformarte con una sola vez. La portada de este disco tan arty, en comparación con el minimal tipográfico del anterior, es obra del pintor americano Sam McKinniss, que ya era más conocido que la propia Lorde.
Slowdive – Slowdive
Siempre digo que tengo la espinita clavada de no saber tocar la guitarra. Y cuando escucho lo nuevo de Slowdive, un grupo que para mí era completamente desconocido, me da la sensación de que tocar la guitarra sería un atrevimiento imposible. Después de 22 años (!) sin sacar disco los Slowdive consiguen un efecto mágico y armónico. Solo ocho canciones largas de desamor en invierno son capaces de crear una atmósfera que me recuerda a Low y otras veces a Depeche Mode, si no fuera porque aquí la mezcla es mucho más sofisticada, oscura, hasta el punto de que la batería apenas parece un tambor. Imprescindibles: ‘Sugar for the Pill’ y ‘Everyone Knows’. El artwork del disco, obra de Harry Smith, es una especie de sinestesia gráfica de lo que significa el regreso de estos ingleses invencibles.
Disco Duro – Joe Crepúsculo
La revelación nacional de los últimos años, el cantautor que todos los festivales desean para un cierre de noche perfecto. Pese a contar con muchos años de música a sus espaldas, solo consiguió darse a conocer a lo grande con la recuperación del bakalao noventero y el electropop, que le han traído éxitos incontestables. Después de dos discos hechos para bailar, en Disco Duro se ha pasado a ritmos más suaves, a menos revoluciones por minuto, aunque no menos electrizantes. Con una carátula compuesta por tipografía gráfica diseñada por el estudio Setanta, se suceden temas como ‘Pisciburguer’, que debería ser la canción del verano para gente con criterio musical. ‘El dicho’ es un trabalenguas y un himno pop a la vez. ‘Un demonio con piel de cordero’ es la revientapistas que todos se aprenden al instante. Y ‘Música para adultos’ es un resumen del disco, y un manifiesto de gustos minoritarios. Si no lo entiendes, da igual; son creaciones absolutamente pop, irrepetibles y con fecha de caducidad al dorso.
I see you – The xx
Lo intentaron explicar en una entrevista para Siglo21 de Radio3 los XX, Jamie, Baria, Romy y Oliver: I see you es un disco tan cuidado que, para que llegue del todo el espíritu de las canciones es necesario desconectar del mundo real. Hay que meterse en una habitación sin ruidos ni imágenes, apagar las luces y reproducirlo con una potencia suficiente para que el eco de la guitarra, perfectamente captado en el estudio, cale hasta el alma. Parece que Jamie se haya apoderado de la batuta y que las voces tan particulares de Baria y Oliver funcionan como un instrumento más, únicos e insustituibles. La carátula es plateada con un relieve que mantiene la misma X tipográfica de su primer y segundo disco. Con sus tres trabajos, The xx ya tienen la mejor carrera musical que cualquier banda millenial pudiera desear. Bien merecen alguna lágrima con canciones como ‘On Hold’ o ‘Say Something Loving’, y un aplauso de agradecimiento por aportar tanto a la historia de la música pop/rock. En la edición deluxe, recién presentada, añaden una joya más al playlist: ‘Seasons Run’. Son celestiales.