Ni las desgracias ni las alegrías vienen solas. En 2013, por determinantes astrales o por pura casualidad, la mayoría de mis artistas favoritos se han lanzado a producir música a cascoporro. Parece que cuando las cosas van mal la reclusión preventiva ayuda a la imaginación y la creatividad. Los optimistas hemos nacido para darle alas a las ideas inestables.
Los primeros fueron Fangoria, tras un invierno oscuro salió a la luz el disco más brillante de su carrera. Así lo digo. En Cuatricromía, cada canción le pega mil patadas a otras de trabajos mucho más modestos, como El extraño viaje (2007). Empezó fascinándome el disco amarillo, producido por Florent y Banin. Pronto me atrapó el negro, de Jon Klein. Y el que me ha costado más de asimilar es el magenta. Pero canciones ahora discretas como Caprichos de un corazón estrafario en cualquier época pasada habría merecido videoclip y single propio. Cuatricromía es una galaxia de nuevos sonidos y letras imponentes que le aportan mucho bueno al pop español.
Casi al mismo tiempo, la Bowie deslumbró con The Next Day, un disco sobresaliente lleno de canciones y letrazas, inspirado en algo onírico, retrofuturista, espacial y apocalíptico. El 2013 es el nuevo 1973 gracias a él. Y lo que vendrá. Tras varias escuchas seguidas, da la impresión de que dentro de su disco estás en un mundo nuevo y completamente diferente. Quiero escucharlo en el atardecer de todas las playas de este verano.
Y por las noches, y en los amaneceres de llamaradas, próximas al máximo solar que se está produciendo en 2013, prefiero la electrónica suprema, recuperada con total solvencia por los Pet Shop Boys. Ellos ya vivieron su particular noche de variedades con sus últimas giras, desde PopArt (2004) hasta Pandemonium (2009) y ahora, hartos de que se rumoree sobre su adiós definitivo, dejan en barbecho el exquisito Elysium y cierran la puerta con llave para dar paso a lo nuevo, que llegará el 15 de julio y lleva por título Electric. Y el primer single ya está aquí: la redefinición musical ha llegado con Axis.
Por si fuera poco, Little Boots ha demostrado que se distancia mucho de algunas compañeras de viaje, que solo son una cara bonita, una producción de estudio y mucha promo. Me viene a la cabeza aquel vídeo en el que la veíamos tocar el piano haciendo medleys sin parar; qué maja. Pues el disco que ha lanzado ahora, Nocturnes, es tan redondo que cuesta plantear si hay alguna canción que sobra en el formato. Desde su imprescindible Motorway hasta el nuevo Strangers, todo lo que hace la botitas inglesa es fascinante.
A estos astros habría que sumar los discos ya publicados de John Grant, Phoenix, !!!, o Yeah y Yeah Yeahs. Y lo que está por venir: Javiera Mena, Daft Punk, Sébastien Tellier, The National, o Animal Collective, por poner solo algunos de los ejemplos de las novedades que deslumbrarían este 2013 tan de explosiones musicales luminosas.