Efugios y subterfugios musicales

Buscamos una salida entre apocalípticos e integrados, progresistas y conservadores, ornamentos y delitos, maximalismo y minimalismo. El ramonismo nos enseñó a variar la dirección, romper la innercia, reventar la rutina, disfrutar con el lamento y el llanto. El fangorismo nos ha cargado de energías para reactivarnos en primavera, como los bulbos que dan tulipanes. Y no hay metáforas.

primavera

Vuelvo por primavera, después de unas semanas inmiscuyéndome en otras cosas. Y en época de planificar festivales lo primero que voy a hacer va a ser un recorrido por los discos que más estoy escuchando estos primeros días de primavera. Sin alergias.

FangoriaCuatricromía. Ritmos en base pop. Bases de bombos tecnológicos en temas como Un robot no cree en Dios o Peligros. Tienen algo magnético que atrapa y obliga a darle al repeat. Ahora me hechizan las melodías de Desfachatez, Rende-vouz espacial, Lo tuyo no es normal y Cuatro colores. Nacho Canut dice que algunos arreglos de Guille Milkyway le recuerdan a cositas de La Casa Azul. Se parece pero no. Creo que los cuatro productores del disco (cinco contando el tema suelto de Spam) han hecho con estas melodías un excelente trabajo.

David Bowie The next day. No se puedes renunciar a los principios. Puedes evolucionar o involucionar, puedes pararte y continuar la marcha. Pero si eres auténtico, se nota y se notará siempre esa actitud original. Y eso le pasa un poco a Bowie, que ha retomado la música para deleitarnos con un montón de canciones que podrían ser un puñado de novedad, o lo intentan, pero condensan la esencia de lo mejor de su trayectoria. La salud de un Bowie de 66 años que permite crear cosas como  Where Are We Now? y I’d Rather Be High es indiscutible. Casi prefiero más ese tono que cuando se mete con el giro electrónico de los 90.

John Grant Pale Green Ghosts. Si tuviera que quedarme con un cantautor internacional de la última hornada, sería éste. No sé muy bien por qué, porque me tira  mucho más lo alegre que lo depresivo. Y a Grant le va el drama. Pero es tan súmamente elegante hablando de lo triste, que me parece bonito. Sus directos son preciosos. Y me sorprendió enormemente que un perfil así, tan de profesor de música ortodoxo, pudiera meterse a trabajar con sintetizadores para hacer temas electrónicos del nivel de Pale Green Ghosts o Sensitive New Age Guy. Con buena base musical puedes llegar a hacer perfectamente lo que te apetezca.

Joe CrepúsculoBaile de Magos. El salto al disco dance de Joe es una alegría. Era bueno haciendo baladones de tristicismo elemental. Ahora ha lanzado varias canciones bonitas, con letras ambigüas, y le ha metido una caja de ritmos brutal, que ni Chimo Bayo. Al hit de 2013 Mi fábrica de baile se suman otras como la que interpreta junto a Russian Red, Leyenda, la canción que habrían deseado grabar grupos electropop como Chico y Chica. Pero esta vez se les ha adelantado Joe.

Autre Ne VeutAnxiety. Dos desconocidillos franceses que han llegado a casi todos los rankings internacionales del indie con un segundo disco muy bonito, que suena a muchas cosas a la vez y además a cosas nuevas. Play by play y Counting son dos de los temas que más me gustan. Pero así, en general, parece muy coherente y digerible. Podría catalogarse como electropop, pero sería un error, porque tiene ruido de guitarreo, saxo y muchos sonidos flamantes.