No quiero más dramas

Fangoria la ha vuelto a armar. La salida a la venta del single digital y del videoclip de ‘Dramas y comedias’ ha supuesto una sorpresa hasta para sus fans más acérrimos, entre los que me encuentro. Fangoria ha roto la baraja y ha dado cierta marcha atrás hacia Dinarama, pero con una base musical más pulida que nunca, con la ayuda de los efectos electrónicos de Guille Milkyway, uno de los músicos más grandes que hay en nuestro país. Y como anunció Alaska, se trata de una de las mejores letras de la carrera de Nacho Canut.

Del videoclip, qué decir: arte contemporáneo. Cabría dentro de una tendencia plástica que ha tenido sus adeptos durante el último año, y nació con el fenómeno gif animado y sobre todo con la llegada de los tumblr. La mezcla de imágenes digitales en un collage infinito de texturas, sin que tengan nada que ver la una con la otra, sin sentido. Es el circo de la vanguardia estética. Los de Canada Producciones no han inventado nada, todo hay que decirlo. Dentro del propio mundo musical, M.I.A. ya había originado hasta la fecha varios brotes de epilepsia circunstancial, con portadas diseñadas por ella misma con ese sello. En el caso de Fangoria, el video corre a cargo de la dirección del joven Luis Cerveró.

El vídeo musical, como la canción, quizá se trata de lo más alegre, colorista o optimista que han hecho Alaska y Nacho Canut desde los tiempos del A quién le importa, Ni tú ni nadie o Bailando. Se han quitado de encima el tono siniestro, melancólico y reprochista que acompaña a la mayoría de sus hits.

La propia consecución de imágenes ayuda a entender el proceso, que parte en un velo negro y un espacio de penumbra hasta iluminarse de explosiones de color, que ilustrarán la gira de Cuatricromía, el disco que saldrá el próximo 26 de febrero. En el videoclip no falta grupo de baile, ni montajes psicodélicos, ni aquellos planos de la silueta de Alaska, que es el mayor icono del pop español, transversalmente a todas las generaciones y a todas las tendencias de moda. Y por supuesto tampoco falta riqueza de vestuario y ostentosidad de mamella.