Superhéroes olímpicos

Tom Daley, revelación de las Olimpiadas 2012.

Tom Daley es un deportista que pocos conocían, pero a raíz de unas fotos sexys hoy todo el mundo venera. La historia de este saltador de trampolín británico consiste en que quiso dedicar su primera medalla a su padre, fallecido recientemente, tras una infancia turbulenta en la que sufrió acoso escolar. Se le escapó por culpa de su compañero de salto. Aunque tendrá otra oportunidad en solitario. Las fotos del despago fueron épicas. Hay tropecientas entre blogs de moda, tumblrs gayers y prensa deportiva. Y en todas sale extraordinariamente guapo. Sin duda, si no consigue medalla en estos juegos, será el más en cualquier campaña de perfume o de Calvin Klein.

Así, como personajes icono, superhéroes de belleza y esfuerzo en unas olimpiadas, siempre quedan unos cuantos. Tengo grabada en la memoria la imagen de la atleta estadounidense Florence Griffith Joyner. Creo que fueron las primeras olimpiadas que recuerdo, cuando ella atravesó la pista batiendo todos los récords registrados, en Seúl del 1988. Sus uñas larguísimas y multicolores ponían la guinda a un cuerpo fibrado y esculpido en bronce.

Y por poner alguna nota española en la historia olímpica, me gustaría recordar los fracasos de Jesús Carballo. Su cuerpo apolíneo destacaba en cada plano de televisión durante los campeonatos de gimnasia artística, esa disciplina que no nos gustaba perdernos. Fue un prematuro campeón de España, logró el oro en alguna especialidad en competiciones mundiales. Pero el día cumbre, en los juegos de Atlanta de 1996, se cayó y se lesionó con secuelas físicas y psicológicas que destrozaron su carrera.

Y todo este festín de competiciones deportivas coincide con un verano cinematográficamente heroico. No sé si se decidieron por producir películas de Marvel con la llegada del fin del mundo, porque la gente busca héroes en cada esquina ante la llegada del tsunami final, que plasmará pronto en las salas Juan Antonio Bayona. El caso es que después de Los Vengadores (5/10) y The Amazing Spiderman (7/10), vino un Batman oscuro, interpretado por Christian Bale (5/10). Y ahora se están preparando las postproducciones de Lobezno 2 y una nueva interpretación de Ironman.

Aunque se agradece la tecnología en los efectos especiales y esas macrosecuencias de acción entre rascacielos de vértigo, yo me quedo con algunos trazos de aquella serie de Batman y Robin de los 70, con esas peleas tan de andar por casa y unos antagonistas tan creíbles. Al fin y al cabo, el enemigo de verdad está siempre muy cerca de ti.

Y para ilustrar toda esta fusión heroica he optado por una fotografía de la serie que se hizo Andy Warhol con la modelo Nico para la Esquire americana de 1967. Los superpoderes del cómic siempre han mostrado rasgos de modernidad.