Hace menos de un año que vino Javiera Mena a actuar a la misma sala de Valencia que anoche, el Wah-Wah. Es curioso ver un concierto de electropop en una sala tan pequeña, con un público tan cercano al escenario. El Wah-Wah es lo más parecido a aquel pub, CBC, de la mítica serie Al Salir de Clase, lo que fuera la escuela de actores de la cartelera española actual.
Esta vez venía como cabeza de cartel de un evento de las zapatillas Victoria, acompañada por Pegasvs; seguramente el grupo revelación de la indietrónica española. Pegasvs son Sergio, Luciana, y un buen par de sintetizadores micro presser. Sorprende la capacidad que tienen para convertir los ruidos y samplers, que regulan convenientemente en tono y duración, en canciones llenas de frescura, inocencia y nostalgia a la vez. El verano y la noche son dos de sus ejes habituales de conversación.
Javiera Mena aportó muchas novedades respecto al concierto del año pasado. Aunque el setlist sólo varió en el orden de las canciones. Incluyó de nuevo el Yo no te pido la luna de Luigi Albertelli. Y dejo para el final, en un medley electrónico, sus dos éxitos Luz de Piedra de Luna y Sufrir, aquella balada techtrónica que grabó con Jens Lekman. Pero como decía, había novedades, y radicaban en el número de integrantes de la banda. Si en 2011 vino de visita con un batería, esta vez contaba con batería, bajo y teclado; cuatro componentes para una voz solapada a lo que habitualmente eran bases electrónicas y ahora en directo es algo más rockera.
Después de dos bises y un sonado aplauso, Javiera regresará a su país para ponerse a grabar su tercer álbum. De regalito nos deja un EP editado por la producción de la fiesta Victoria que no tardaré nada en escuchar.