Vale por 24 horas

En primero de Periodismo te enseñan a dar el valor de actualidad a todo lo que acontece, aunque ya tenía muy asimilado ese sentido. Releo opiniones de hace unos años y ya no las siento tan mías. Llevo varias semanas iniciando entradas que desecho porque no tengo tiempo de acabarlas del tirón y cuando releo el principio ya no me parece actual, ya no tiene sentido. Paso de hablar de la entrevista en Telva a Francisco Camps, porque ahora me apetecería más comentar la portada de Yurena en Interviú. Y me olvido a los pocos minutos de todo lo que quería decir, porque seguramente alguien ya lo ha dicho y no quiero repetirme. El concepto Twitter me obsesiona. Si trabajase en un periódico me gustaría esperarme hasta el último minuto antes de lanzar las páginas a la rotativa por si me da tiempo a quitar o añadir algo.

El sábado fuimos a cenar al Flash Flash, la tortillería de moda de Valencia y Barcelona, un espacio arquitectónico futurista donde se comen las hamburguesas más gordas de la ciudad, rellenas de queso, alcaparras o bacon. Previamente habíamos comprado entradas para una de las películas de estreno, El exótico hotel Marigold. La entrada del público ya anunciaba que sería una película de señoras. Esencialmente, de señoras acompañadas de señoras. El resultado: una comedia catastróficamente previsible, donde toda nota de humor viene precedida de un deseo de algo más. Maggie Smith se pasa de buena para una trama llena de lugares comunes, personajes comunes y protagonistas de otras películas, como Dev Patel, que no se molesta en quitarse de encima el carácter que aportó a Slumdog Millionaire.

Los malos sabores de boca que me deja el cine los compensa la música. 2012 está siendo un año fructífero y sorprendente, con novedades rabiantes de grupos que apuntan a convertirse en mitos de generación. No será tanto cosa del destino o de la casualidad como del buen trabajo para que de aquí a 20 años podamos seguir hablando de Sleigh Bells, Grimes, Juveniles, The Shins, Mike Snow, First Aid Kit, que están dejándome boquiabierto con sus novedades en forma de EP. Kitsuné se confirma como la distribuidora musical de la nueva década; banda que toca, banda que pervivirá. Al menos en las salas de baile.

Pero marzo ha sido el mes de las dos divas del pop internacional. Madonna, ahora MDNA, la intérprete musical y showgirl más importante del planeta, ha lanzado un disco homónimo, como hizo en el 1982. Los que auguraron que sería su resurgir de las cenizas tras el eclipse Gaga se quedaron cortos; seguramente MDNA es lo mejor que ha hecho nunca, y condensa toda su personalidad en una retaíla de temas para no parar de bailar hasta el siglo XXII. Por otra parte, y siempre a menor escala, Katy Perry ha presentado hoy mismo su golpe de efecto en forma de álbum, Teenage Dream: The Complete Confection, una revisión del disco anterior que incluye remixes y la participación de Kanye West. A ver qué tal.

Lo nuevo de Madonna: MDNA.