Una palabra que antes se utilizaba principalmente para alzados, planos y croquis ahora la utilizamos para cualquier cosa. Se habla de proyecto literario, de proyecto sentimental e incluso de proyecto de vida. Pero se desconsidera la seriedad que establecía el término; un proyecto arquitectónico debe ser lo suficientemente rígido y sensato. Por eso, desgraciadamente, también están creciendo los aplazamientos de proyectos, los enormes sobrecostes frente al proyecto y los proyectos sin financiación. Nuestros designios se tambalean.
He empezado el año con proyectos serios y de plazos estables. Es difícil marcarse una fecha tope y poder dedicarle sólo los ratos libres de cada día, pero las cosas se hacen así o no se hacen. Sin haber cerrado el invierno, se podría decir que ya tengo la primavera organizada. Proyectos de diseño editorial, posibles escapadas pseudolaborales, varios festivales a la vista, una sesión de diyei ya programada, una acción mediática muy divertida y algunas ideas más que se suceden en mi nueva Moleskine roja con una frecuencia regular.
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