Empieza el año con buenos propósitos, con muchos regalitos, con el siempre molesto sobrepeso y con una advertencia de la cultura maya: el 21 de diciembre próximo se acabará el mundo. Así que 2012 toca disfrutarlo como si cada día fuera el último; fuera de tópicos. Esta vez va en serio, que sí.
Ángela Merkel es la jefa suprema. Da igual el careto que tengas en tu oficina, que los de recursos humanos no te miren con buena cara en las entrevistas de trabajo. Ellos son unos donnadies de mierda que jamás tendrán capacidad para decidir sobre las cosas importantes. La que manda en el mundo desde ayer y hasta mañana será la Merkel. Si ella dice que hay que recortar, Zapatero y Rajoy le hacen caso. Si ella dice que hay que tirarse un pedo, te lo tiras.
Los chinos son tus nuevos jefes, también. El Corte Chino de Benidorm pronto se convertirá en una franquicia, que vete tú a saber si acabará con la hegemonía del inglés. Ya veo a nuestros nuevos vecinos de rasgos orientales levantando panteones inmensos para centros comerciales del futuro. Lugares donde se venda absolutamente todo a los precios más asequibles del mercado: desde un dálmata de porcelana a una dentadura postiza. Me encanta la idea, pero me horrorizará cuando se haga realidad.
Mercedes-Benz es otra señora alemana a la que tendremos que rendir pleitesía en este año que empieza. Por ahora se ha comido la Cibeles Fashion Week, que deja de tener nombre propio. El mercado de los coches se impone al de la moda. Como si se fueran a vender más Mercedes o se fuera a vender más moda. Me temo que John Galliano, Tom Ford y Marc Jacobs se van a comer los mocos en 2012. Como ya lo hace David Delfín; sus dos últimas colecciones en pasarela no han salido a la venta y sólo se confeccionan por encargo. Sic.
Mariano Rajoy, con todo este panorama, tiene muy difícil levantarse de la hamaca en la que le dibuja Peridis y convertirse en un jefe activo. Los alemanes diciéndole lo que tiene que hacer, los jefes autonómicos de su partido diciéndole que no lo puede hacer. Y los ciudadanos acusándole de haber mentido. Queridos ciudadanos y ciudadanas de este país llamado España: alguien os advirtió que Rajoy tenía un programa oculto, que ni crearíamos empleo ni saldríamos de la crisis en 2012. Y que habría que medir lo que estaba en juego. Pues ya tenemos el resultado. Más impuestos, menos inversión = menos puestos de empleo, menos gasto familiar, menos optimismo. Y el ministro de economía anunciando una nueva recesión. ¿Vale?
Pese a todo, el jefe de todo esto sigue siendo un desconocido. Así que mejor asumir las responsabilidades propias y tener ojo avizor. Empezamos.
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