La palabra suplemento es demasiado importante. Todo lo que lleva un suplemento tiene un rango por encima de lo que no lo lleva. Soy fanático de los suplementos de las editoriales. Empecé por el anuario de El País, todavía cuando no estaba habituado a leer prensa. El formato me gustaba tanto… era plateado, eso recuerdo. ¿Has comprado el suplemento? Era mucho más importante tener lo extraordinario que aquello al alcance de la mano, lo barato, el día a día. Luego vinieron otro tipo de suplementos que, aunque gratuitos, también son alicientes. El Pequeño País, cuando se encartaba aparte, en cuartilla. Metropolis, de El Mundo. Babelia, de El País. El Semanal del ABC. Bueno, realmente todos los dominicales valen la pena.
Los suplementos laborales dicen que también son importantes. Y los suplementos temporales no existen. Pero yo parece que los saco de debajo de las piedras y cuanto más alto es el nivel de exigencia más rindo. A veces me sorprendo acabando la jornada mucho antes de lo previsto, con lo pluriempleado que soy y lo que me explotan mis admiradores. Hoy es un día de esos que me merezco un premio, o dos. Lo fácil sería entrar a esa carpeta de bookmarks donde tengo enlazados todos los caprichos que necesito para ser todavía más feliz. Ese jersey de YMC. Esas botas de Paul Smith. O una camiseta de la nueva colección de American Apparel, diseñada por David Gómez. Lo difícil es ser austero y sensato, y conformarme con ir al cine esta noche para ver Tiburón 3D, la presa (de los directores de Destino Final 2 y Destino Final 4, y los productores de Hostel), aunque no creo que me fascinase tanto como Piraña 3D. Seguro que nada que ver.
Por ahora empiezo bien el fin de semana, con un exclusivo chocolate caliente en taza grande. Y hojeando el nuevo suplemento de Rockdelux, que han sacado esta semana para celebrar los 300 números de la revista referencia en nuestro país de la buena música, o lo que para nosotros es la buena música. Apunta bien. 300 fotos de 300 artistas que vale la pena recordar de estos 27 años de historia del periodismo musical. Nos sumergimos…