Con todos mis respetos hacia los cazatendencias, la premonición de modelitos ambiguos en las pasarelas callejeras ha quedado en el saco roto de 2011; sin llegar mucho más allá que a las publicaciones líder del estudio de moda. Pero no deja de ser interesante la revisión que se está haciendo desde muchas plataformas de esa obsesión por masculinizar a la mujer o feminizar la silueta del hombre. Como si los pantalones, las camisetas de tirantes y los mocasines no hubieran hecho su trabajo a lo largo de las últimas décadas del siglo XX.
La primera referencia gorda fue el magazine LOVE de primavera/verano de 2011. Bajo el lema Androgyny, buscó retorcer la tuerca en caras como la de Kate Moss, que ya de por sí se presta a adoptar categóricamente cualquier sexo. Venía decorado por grandes colecciones masculinizantes que tampoco distaban mucho de lo último realizado por sus diseñadores.
Las colecciones presentadas por las pasarelas de esta temporada siguen haciendo guiños al hermafroditismo estético, tanto en modelos como en colecciones. Así, en Valencia pudimos ver a varios modelos adolescentes desfilar con languidez y un escorzo casi femenino. En Madrid se presentó Jesús Benítez Valdivieso como modelo masculino, pero con apariencia claramente ambigua. Y David Delfín lleva varias temporadas haciendo un juego de cambio de sexos con acomodo y naturalidad.
Este sábado, el suplemento S Moda ha vuelto a la carga de nuevo. Presenta en portada a Andrej Pejic completamente caracterizado de mujer, tratándose de un hombre. El juego de androginia llega en este caso al travestismo, convirtiendo la portada de la nueva cabecera de referencia de moda nacional en lo más parecido a la Candy, la creación editorial de Luis Venegas que invita a hacer editoriales de travestismo arty.
Pese a tanto, ya digo, ninguno de los referentes estéticos se han trasladado a la pasarela definitiva, que es la calle. Si bien es cierto que la moda masculina tiende a liberarse en color y en formas que muestran mucho más explícitamente la anatomía, la mujer continúa vistiendo prendas de hombre con la misma notoriedad que hace dos décadas. Y un esmoquin femenino ya no es ningún escándalo, salvo para Jaime Peñafiel.
El rollo de la Love tenía su punto porque Lea T es trans y se besaba con la Moss y tal (en el interior de la revista había artículos muy interesantes, como una entrevista a una supermaquilladora que se cambió de sexo) Pero lo de la androginia y Pejic ha salido ya en todas partes, a mí me da pereza ya. You’re a man, dress like one! Mola la entrada :) Abrazos.
Pese a la insistencia en el tema, ese número de la Love es fantástico; mi favorito hasta la fecha. Y sí, la androginia es el tema pereza de 2011. Un placer verle por aquí, como en los viejos tiempos.