Re-evolución

♦ El mundo vive pendiente de la salida del iPhone 5, con todos los adolescentes locos por las novedades de un terminal que en la inmensa mayoría de casas no podrán comprar, como si de bloggers de moda recorriendo fashionweeks alrededor del mundo se tratara. El modelito me gusta, pero yo seguiré vistiendo de H&M. Me quedo con el 4 por mucho tiempo, descubriendo aplicaciones que me hacen más práctica la existencia. La última: iCompta 2. La herramienta perfecta para planificar ahorro y saber en qué derrocho los sueldos. Ya me conoce como si fuera mi madre.

♦ Mientras en Nueva York surge el fenómeno indignados, a los españoles intelectuales o perrofláuticos, universitarios o trabajadores de la construcción, gente con ideales o pobres de espíritu, ya no se les ve ni en las redes sociales. Se les ha gastado la etiqueta de tanto usarla. A pesar de unas elecciones generales a 50 días, con un debate cambiado de tono. Ya no es Rajoy o Rubalcaba; bonita coincidencia, que gobernará una R (sé que será la azul, pero deseo que sea la roja). El debate se centra en las ideas y en los modelos de gestión para rematar la crisis y acabar con la deuda. Porque antes de que acabe esta crisis llegará la próxima. Y una pregunta inaudita en democracia: ¿de dónde saldrá el dinero para hacer qué? Rubalcaba apuesta por subir impuestos a los ricos para mantener servicios públicos en educación y sanidad. Rajoy dice que no quiere perjudicar al «ahorrador», que habrá mucho recorte y que para todo lo demás, «depende».

♦ Finiquitadas las semanas de la moda de Valencia, Madrid, Nueva York, Londres, París… abro el armario y me apetece ponerme prácticamente lo mismo. La tendencia de la crisis ha sido una vuelta a los básicos. Y cada cual ha elegido los suyos, eso sí. Por mucho glamour de temporada y mucha iniciativa diseñística que vendan los medios, los armarios no han evolucionado nada en tres largos años. Ni lo tribal, ni el neo punk, ni el esplendor del noventismo se han logrado imponer. Ahora viene el block-color; y ya veremos qué llega a la calle de todo esto. Pero demos gracias a que cada día nos venden una realidad inventada más publicaciones. La última, S Moda, un exquisito producto de El País (con mucho Condé Nast detrás) que hace las delicias de los lectores de sábado.

Desfile de John Galliano sin Galliano.

♦ Nos hemos acostumbrado ya a que las firmas perduren sin aquellos que las crearon. Alexander McQueen sin Alexander, Martin Margiela sin Margiela, Jesús del Pozo seguirá tras el adiós de Jesús, y lo último es la colección de John Galliano (ex cabeza de Dior) sin Galliano, que tras su desaparición forzada por unas declaraciones que le convirtieron en estrella repudiada, ha dejado su marca en manos de Bill Gaytten.