¡Balones fuera!

Me sigue fascinando el fotoperiodismo, tanto o más que cuando comentaba imágenes diarias en fotolog. Cuatro años después, esto de comentar las fotos casi se ha convertido en un subgénero periodístico por sí mismo. El diario Público invitaba cada domingo a hacerlo a un famoso. Y hoy Juan José Millás comenta con excepcional maestría una imagen de El País Semanal. Cualquier momento capturado por un artista de la cámara vale para hacer reflexiones como si se tuviera un guión delante. Como aquellas obras de arte que había que comentar siguiendo la diapositiva, de arriba a abajo, de dentro a fuera, el entorno: la imagen dice todo lo que tienes que saber cuando te sientas a prestar atención. Una actividad que, por desgracia, ha sufrido el ostracismo en el sistema educativo.

Andrew Biraj tomaba ayer esta foto en pleno centro de Bangladesh. A veces parece que la promoción del Mundial del Fútbol de Sudáfrica sólo sea cosa de nuestra ciudad, de nuestra tele, de nuestro entorno, que vive obsesionado por un patriotismo descontextualizado, fijado en una batalla campal de piernas masculinas y balones. Sales fuera y la realidad es global, más global que nunca. Todo el mundo vive en una fiebre publicitaria para que nuestro ocio gire en torno a un sólo deporte y a los colores de nuestra bandera nacional. España pierde significados políticos y todos se vuelven al españolismo visceral. Pero lo mismo pasa en Francia, Brasil, India, Camerún, Argelia y otros muchos países que ni siquiera están clasificados para jugar el torneo. Un leopardo con el pelo verde recorre el mundo. Y los que no queremos prestar atención a este espectáculo nos convertimos en perros verdes. No somos conscientes del machismo global: todo el planeta pendiente de lo que pase en un juego de hombres. Pero vale, no sirve de nada ser tan crítico. El espectáculo tiene una parte buena: cuando la gente piensa en fútbol no piensa en problemas. Conforme está la calle, el congreso, la escuela y el despacho, nos va a venir muy bien que todos los días haya partidos y quede abierta la posibilidad de una victoria.